lunes, 26 de noviembre de 2018

EL MUNDO DE LOS VALORES, ÉTICA

EL MUNDO DE LOS VALORES 

La palabra valor, para diferentes autores y en distintas épocas, adquiere una pluralidad de significados. Sin embargo, en la actualidad nos es dado hablar de la existencia de distintos valores: útiles, científicos, estéticos, morales, religiosos, etc. 


La axiología es, pues, la teoría de los valores, es decir, la disciplina filosófica que aborda esta área de estudio que ensaya sus primeros pasos en la segunda mitad del siglo XIX. No obstante, ello no significa que anteriormente no se haya reflexionado en torno a los valores. Los filósofos de la Grecia clásica, Platón y Aristóteles, por ejemplo, no hablaron nunca de valores, aunque se ocuparon del estudio de la belleza, la justicia, el bien, la democracia, entre otros valores que en la actualidad seguimos considerando como tales. Sin embargo, dichos estudios no lograron constituirse en un campo de indagación filosófica que tomara a los valores como un objeto de estudio por derecho propio, ya que cada valor era estudiado de forma aislada, por ejemplo, la justicia interesaba por sí misma y no como representante de una especie más amplia, lo mismo se puede decir de los demás valores particulares. No es sino hasta el siglo XIX, cuando los valores comienzan a ser tomados en cuenta como un campo de estudio autónomo, es decir, como objeto de reflexión propio.
La axiología surge, pues, cuando se comienza a reflexionar no sobre valores aislados, sino cuando se les empieza a situar en una problemática más amplia que los unifica, lo que nos remite al problema de su propia naturaleza, que interroga por su propia esencia (¿qué son los valores?), su sentido (¿para qué sirven los valores?), su fundamento (¿los valores son cosas y/o cualidades de cosas, son estados subjetivos como el deseo, el agrado, el interés, etc., o bien, son construcciones sociales?), su conocimiento (¿cómo se conocen los valores? ¿se captan emocional o intelectualmente?), su realización (¿cuáles son las condiciones de posibilidad de los valores?), su existencia (¿cuáles son sus modos de existencia, ¿son cosas, cualidades, entes ideales, constructos culturales?), su historicidad (¿son relativos o absolutos, históricos o universales?), su método (¿cómo nos aproximamos al estudio de los valores?). Son precisamente estas problemáticas de orden filosófico, las que hicieron posible la constitución de la axiología como rama de la filosofía independiente, a las que se unen otras situaciones condicionantes de orden sociocultural, no por ello menos importantes.

martes, 20 de noviembre de 2018

Importancia de la intersubjetividad en la constitucion del sujeto ético

IMPORTANCIA DE LA INTERSUBJETIVIDAD DE LA CONSTITUCIÓN DEL SUJETO ÉTICO  

 Savater concibe al yo ético a partir de los principios que para él constituyen los puntos de partida de la reflexión ética, como son: la acción, la existencia dinámica, la posibilidad y la libertad. Sin embargo, un nuevo principio que agrega a los anteriormente citados es la intersubjetividad.  Bajo esta conceptualización, el sujeto ético para ser un verdadero yo, requiere de otros yoes, necesita ser confirmado y reconocido por una comunidad que lo trascienda, y que al mismo tiempo, le permita desarrollar su propio querer como proceso de autoapropiación personal.
Intersubjetividad
El proceso de constitución del sujeto ético visto por Savater, pasa necesariamente por tres momentos interconstitu-yentes que son complementarios. Primero, el proceso consiste en asumirse como un sujeto capaz de ser libre y, por ello, no cosificable; en segundo lugar, se hace necesario entrar en el juego del inter-reconocimiento establecido entre el propio yo y los otros yoes como sujetos de libertad, y tercero, para lograr todo ello, se requiere instituir una comunidad de sujetos donde todos sean vistos como fines en sí mismos, y como entes capaces de desarrollar sus propias potencialidades (realidad de lo posible). En este proceso de constitución intersubjetiva del yo ético, se requiere instaurar una comunidad social en la que las voluntades mutuas de reconocimiento y de interdependencia humanas hayan encontrado su adecuada institucionalización, y donde la condición ética atribuible a todo ser humano, no le sea vedada a nadie. 

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Libertad y responsabilidad moral

LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD MORAL

La libertad concebida como revocación de toda forma de dominación, significa que se es libre cuando no se tiene encima de sí alguien que le oprima, le explote, le domine de alguna manera. Como ejemplo de este tipo de libertad tenemos las siguientes expresiones: “Soy libre para tomar mis propias decisiones con un sentido de responsabilidad”, “soy libre para determinar mi propio proyecto de vida”, “soy, finalmente yo mismo, la fuente de mis propias decisiones”, etcétera. Estamos hablando de dos sentidos generales que toma el concepto de libertad: libertad en sentido positivo; libertad de hacer lo que se quiere, lo que se desea, aquello de lo que se tiene voluntad, o hacer también lo necesario para revocar cualquier forma de dominación que nos impida actuar libremente.
 La filosofía, en tanto disciplina humanística ha tratado de dar respuesta a éstas y otras interrogantes que nos remiten directamente al problema de la condición humana llamada libertad. A lo largo del tiempo han surgido tres posiciones filosóficas que tratan de dar respuesta al problema de la libertad: autodeterminismo, deterninismo e indeterminismo. De acuerdo con Laura Pérez Vázquez, cuando se afirma que el hombre, y nadie más que él, constituye la fuente única de sus propias decisiones, estamos hablando de la postura filosófica llamada autodeterminismo; por su parte, cuando consideramos que siempre hay algo detrás de nuestras decisiones, ello tiene que ver con la postura determinista, y, finalmente, cuando suponemos que todas las cosas suceden por azar, incluyendo por supuesto, a nuestras acciones, estamos hablando de la postura indeterminista. En los casos del determinismo e indeterminismo, la libertad absoluta se vuelve algo imposible. Para el determinismo, la libertad resulta algo sumamente difícil, pues, cualquier decisión que el hombre tome estará determinada por algo externo, y no dependerá del mismo. Por su parte, para el indeterminismo, en tanto todas las cosas ocurren por azar, no queda espacio para la libertad, ya que una condición necesaria para que ésta se dé, es que haya algo que cause las decisiones, a saber, la voluntad del hombre mismo.
Finalmente, el autodeterminismo se presenta como una de las posturas más sugerentes y consistentes en torno al problema de la libertad. Desde esta perspectiva no se niega ni el determinismo ni el indeterminismo. La acción del hombre se encuentra de alguna forma determinada por causas externas a la voluntad humana; se reconoce la presencia del azar formando parte de las acciones humanas, sin embargo, el autodeterminismo considera que, a pesar de ello, en el hombre siempre hay un margen para la decisión, en una palabra, que podemos ser libres en situaciones específicas. Bajo esta concepción ética, “el hombre es origen de sus decisiones”.


El hombre como sujeto del deseo

EL HOMBRE COMO SUJETO DEL DESEO 

Dentro de las estructuras éticas y ontológicas del ser del hombre se encuentra principalmente el deseo, elemento constitutivo que nos hace seres humanos. Pero éste adquiere diferentes significados según las distintas perspectivas teóricas desde las cuales se le aborda. Etimológicamente, el término deriva del latín desidium, que significa deseo erótico. En el idioma español, deseo viene de desidia (indolencia y pereza). Según Berceo, para Plauto es “libertinaje” y para Cicerón “avidez”, por lo que en este sentido asume el significado de “voluptuosidad”, incentivo de la lujuria. Desde el sentido común, el deseo tiende a ser identificado con el deseo sexual. En esta misma línea de interpretación, pero desde un enfoque científico, la concepción freudiana asocia al deseo con la libido, es decir, con el impulso sexual reprimido en el individuo, no susceptible de realización, precisamente por razones sociales, axiológicas y culturales. Se trata del deseo sexual sublimado.
Esta concepción libidinal del deseo resulta ser insuficiente para dar una explicación de la rica complejidad del fenómeno, toda vez que éste, como manifestación de la acción humana que es, no se reduce sólo a deseo sexual, pues el hombre es sujeto del deseo de muchas cosas más.
Esta concepción del deseo identificado con el eros, es decir, con el amor entendido como impulso de vida, y a su vez como fuente originaria de la valoración y de la creación de los valores, aparece muy cercana a una significación ética del deseo, ya que, en esta perspectiva, es visto como el fundamento que hace posible a la eticidad, esto es, las posibilidades que tiene el hombre de elegir libremente y de elegirse, por tanto, a sí mismo. Bajo esta concepción ético-ontológica, el deseo se concibe como ser relativamente a las posibilidades que se tienen de actuar, las cuales se cifran en el desear. En este sentido, se dice que el hombre es un ser con relación a sus posibilidades, esto es, se define como naturaleza posible; en pocas palabras, como deseo de llegar a ser plenamente libre, y con ello, más humano.

Quetzal

QUETZAL

Esta ave monógama habita los bosques tropicales y subtropicales y se alimenta de aguacatillos, insectos y moluscos, lagartijas y ranas, entre otros, mientras sus depredadores naturales son la tucaneta verde, las ardillas y otros mamíferos nocturnos; los búhos, halcones y aguilillas, pero sobre todo los humanos que lo capturan para venderlo como mascota, sin saber que no sobrevive al cautiverio.
La belleza de esta ave reúne unos ojos redondos y oscuros que le aportan un aire apacible, un incipiente penacho coronando la cabeza que remata con un pequeño pico amarillo intenso y, sobre todo, un plumaje espectacular reluciente y vistoso en el macho que exhibe en los casi 42 centímetros de su cuerpo tonalidades iridiscentes rojo en el vientre; naranja, amarillo, azul y verde esmeralda en el resto del cuerpo y en la espectacular cola de cuatro plumas de hasta un metro de largo que revela su dimorfismo sexual.
La hembra es de colores verde y gris más opacos y sin plumas largas en la cola.
Los antiguos mexicanos ornamentaban penachos, estandartes y vestiduras de soberanos y sacerdotes con las plumas del quetzal (del náhuatl, quetzalli: cola de plumas brillantes, y del maya, pluma brillante y preciosa), considerado símbolo de poder y de riqueza, de la fertilidad, de la abundancia y de la vida.
La ciencia ha encontrado a los antepasados del quetzal en ecosistemas similares de África, Europa y Asia pues, al igual que otros especímenes de la familia de los Trogonidae, sus patas tienen dos dedos hacia delante y dos hacia atrás.

EL SOL

EL SOL

 Es el elemento más importante en el Sistema solar, por ser la mayor estrella. Contiene aproximadamente el 98% de la masa total del sistema solar. Se requerirían ciento nueve Tierras para completar el disco solar, y el interior podría contener más de 1.3 millones de Tierras. La capa exterior visible del astro rey se llama la Fotosfera y tiene una temperatura de 6,000°C, 11,000°F. Esta capa tiene una apariencia manchada debido a las turbulentas erupciones de energía en la superficie.
Resultado de imagen para solEl Sol es una estrella común del tipo G2, una más entre los 100.000 millones de estrellas de la Galaxia. Tiene una temperatura 5800 K superficie,15,600,000 K núcleo, diámetro 1,390,000 km y una masa de1.989e30 kg.Es, con mucho, el mayor objeto del sistema solar. Se ha personificado en muchas mitologías: Los Griegos le llamaron Helios y los Romanos le llamaron Sol.

Está formado por alrededor de un 75% de Hidrógeno y un 25% de Helio en masa 92.1% de hidrógeno y 7.8% de helio en número de átomos; el resto metales sólo alcanza un 0.1%. Estas proporciones cambian lentamente a medida que el sol convierte el hidrógeno en helio en su núcleo.
Las capas mas superficiales del sol muestran rotación diferencial: en el Ecuador la superficie gira una vez cada 25.4 días; cerca de los Polos tarda 36 días. Este extraño comportamiento se debe al hecho de que el no es un cuerpo sólido como la tierra. Efectos similares se pueden observar en los planetas gaseosos. La rotación diferencial se extiende considerablemente hacia el interior del sol pero el núcleo solar gira como un cuerpo sólido.
Las condiciones en el núcleo del sol son extremas. La temperatura alcanza los 15.6 millones de grados Kelvin y la presión es de 250.000 millones de atmósferas. Los gases del núcleo están comprimidos hasta una densidad 150 veces la del agua.
La energía radiante del sol 3.86e33 ergios/seg o 386 trillones de megavatios está producida por reacciones de fusión nuclear. Cada segundo unas 700, 000,000 toneladas de hidrógeno se convierten en 695, 000,000 toneladas de helio y 5, 000,000 toneladas igual a 3.86e33 ergios de energía en forma de rayos gamma.
A medida que viaja hacia la superficie, la energía es absorbida y reemitida continuamente a temperaturas cada vez menores de manera que cuando alcanza la superficie se ha convertido, principalmente, en luz visible. Durante el último 20% del camino hacia la superficie la energía es transportada mediante convección más que por radiación. Una pequeña región conocida como Cromosfera se extiende sobre la fotosfera.
La región altamente enrarecida situada por encima de la cromosfera se denomina Corona y se extiende millones de km. en el espacio pero sólo es visible durante los eclipses totales. La temperatura en la corona supera 1, 000,000 K. El campo magnético solar es muy fuerte en comparación con el terrestre y muy complejo. Su magnetosfera, también conocida como heliosfera se extiende hasta más allá de Plutón.
Además de luz y calor, el sol emite un chorro de baja densidad de partículas cargadas, principalmente electrones y protones, denominado viento solar que se propaga a través del sistema solar a unos 450 km/seg. El viento solar y las partículas mucho más energéticas eyectadas por las erupciones solares pueden tener efectos dramáticos en la Tierra que van desde sobrecargas en las redes eléctricas hasta interferencias de radio pasando por las bellísimas Aurora boreal.



Sinopsis LA CABAÑA

LA CABAÑA 

La cabaña es un libro escrito por William Paul Young y publicado en febrero de 2007
Una excursión familiar se transforma en tragedia cuando Missy, la hija pequeña de Mack, desaparece. Ante la evidencia de la violación y del asesinato de la niña, Mack y su familia arrastran un dolor que no pueden superar. Su padre considera una injusticia que Dios haya permitido tanto sufrimiento y lo enjuicia. Transcurridos cuatro años, Mack recibe una extraña carta, al parecer procedente de Dios, donde lo invita a reunirse con él en La Cabaña (lugar donde se encontraron los últimos rastros de Missy), lo cual lo lleva sufrir una serie de cambios que lo volverán diferente con respecto a su percepción de Dios.
El libro habla del encuentro entre un hombre que cree en Dios a su manera, con mucha liviandad. Su esposa en cambio tiene una relación de fe con Dios mucho más cercana. Él se siente defraudado por Dios luego de que su hijita perdiera la vida en manos de un secuestrador. Paul Young, el autor de este libro, cuenta que no hay nada más duro que el perder un ser querido y que es la lección más grande para aprender a amar a Dios. En principio, el autor escribió esta historia para sus amigos y sus seis hijos, y autofinanció la edición.
El autor de 52 años, aseguró que se trata de una publicación que ha dado la vuelta al mundo en 80 días y que reconcilia a creyentes de todas las religiones con su alma.
Young escribió originalmente La Cabaña como un regalo de Navidad para sus seis hijos, sin intención de publicarlo. Varios amigos leyeron el libro y lo animaron a publicarlo. En 2006 Young trabajó con Wayne Jacobsen, Brad Cummings (ambos ex pastores de Los Ángeles) y Bobby Downes (cineasta) a los fines de publicar el libro. No consiguieron un editor que quisiera publicar el libro, por lo que formaron la empresa Windo Blown Media con el único fin de publicar el libro. La Cabaña consiguió ser un éxito de ventas a boca y la ayuda de un website que les costó trescientos dólares.​
El libro ha vendido más de 6 millones de ejemplares en todo el mundo

lunes, 12 de noviembre de 2018

RESEÑA Bajo la misma estrella

BAJO LA MISMA ESTRELLA 

Bajo la misma estrella, nos cuenta la historia de Hazel Graze Lancaster, una chica de dieciséis años que sufre desde los trece un cáncer de tiroides en fase IV extendido a los pulmones y es tratada con un medicamento experimental. Su vida consiste en dormir mucho, porque su médico le dice que es bueno, ver realitys, leer una y otra vez su libro favorito “Un dolor imperial” y asistir, en ocasiones, a un grupo de apoyo para jóvenes con cáncer. Allí conocerá a Augustus Waters que va de acompañante de su amigo Isaac que padece un cáncer ocular. Aquí empezará una historia de amistad juvenil, algo azucarada en ocasiones que destilará risas y llanto, mucho llanto. Porque, por si no ha quedado claro, por encima de todo, esta es una historia sobre el cáncer.
Para ser una novela juvenil tiene partes muy duras. Una de las frases que se pueden encontrar, es al principio de la novela. Personalmente, quedé marcado, porque la encuentras en la primera página, ya en el segundo párrafo.
“Cuando leemos un folleto sobre el cáncer vemos que sistemáticamente incluyen la depresión entre los efectos colaterales. Pero en realidad la depresión no es un efecto colateral del cáncer. La depresión es un efecto colateral de estar muriéndose.”
Aunque también se pueden encontrar frases dichas por los protagonistas, que parecen salir de la boca de un niño de diez años. Pero siempre con ese halo de humor lacrimógeno con escenas o frases de humor negro, lo que se consideraría, políticamente incorrecto. Pero cuando es el mismo personaje el que se mofa de su propia condición y destino hace que la risa sea tierna y que te encariñes más con él.
Por otro lado la manera de escribir del autor hace que la lectura sea amena y rápida (en una noche se termina), aún con sus partes filosóficas que te harán parar de leer y preguntarte qué es lo que quiere decir John Green y qué tiene que ver con el personaje en cuestión frente a la novela en su conjunto. La caracterización, aunque mejorable, destaca por estar bastante conseguida. Es imposible no encariñarte con los protagonistas.
Un posible punto en contra sería la evidencia de los eventos, pues antes de que ocurran sabes que van a pasar. Aún así el conocimiento previo no evita el sentimiento posterior.
El libro en cuestión cuenta con trescientas páginas, de las cuales ten por seguro, que si eres de lágrima fácil soltarás alguna durante toda la novela, pero las últimas cien páginas… Las últimas cien páginas no dan tregua. Prepara los kleenex porque tus ojos parecerán una fuente. Cuando me enfrenté a la lectura pensé que sería algo equiparable a “Un puente hacia Terabithia” o “Las ventajas de ser un marginado”, pero va muchísimo más allá que, incluso, las dos juntas.
Esta es una novela que si bien está más indicado para un público joven, puede ser leída por personas más adultas, es posible que sea comprendida mejor, dada la madurez y complejidad que destilan algunas partes.

La eutanasia

EUTANASIA 

La eutanasia ​ o mas conocida como la muerte dulce es la intervención voluntaria que acelera la muerte de un paciente desahuciado con la intención de evitar sufrimiento y dolor del individuo. La eutanasia está asociada al final de la vida sin sufrimiento.

En un sentido más contemporáneo y restringido, la eutanasia es aquel procedimiento voluntario, intencionado, estudiado y consciente que realiza un médico para acelerar la muerte de un paciente terminal de algún padecimiento incurable; a solicitud consciente, estudiada y deliberada del enfermo o familiares, quienes, plenamente enterados de que no existe tratamiento curativo para la dolencia; le solicitan al médico que la realice sobre el paciente para así dar fin con el dolor y sufrimiento intolerables e intratables.

Eutanasia 

TIPOS

  • Eutanasia directa: cuando las acciones que se realizan sobre el enfermo tienen la intención de provocar su muerte. Pueden considerarse aquí dos subtipos de eutanasia:
    • Eutanasia activa: cuando se ocasiona la muerte del enfermo administrándole sustancias letales.
    • Eutanasia pasiva: cuando se procede por omisión; es decir, se suspende o no se inicia el tratamiento de una complicación o se suspende el uso de los instrumentos que permiten mantener con vida al enfermo.
  • Eutanasia indirecta: cuando no se tiene como intención acortar la vida del paciente sino aliviar su sufrimiento. Así, por ejemplo, cuando se administran ciertos analgésicos que no sólo contribuyen a calmar los dolores sino que implican también, a manera de efecto secundario, una abreviación de la vida.
  • Eutanasia voluntaria: cuando un individuo que tiene las capacidades físicas y mentales para pedir que lo ayuden a morir lo ha pedido.
  • Eutanasia no voluntaria: esto puede darse en dos casos:
    • cuando el individuo ya no posee las capacidades físicas y mentales para pedir que lo ayuden a morir pero expresó previamente que esa era su voluntad.
    • cuando un individuo que no posee las capacidades físicas y mentales para pedir que lo ayuden a morir o para oponerse, es sometido a la eutanasia sin saber cuál habría sido su voluntad.

Desmoralización humana

DESMORALIZACIÓN HUMANA

Lo amoral, inmoral y la desmoralización en el hombre, más que ser una mera antítesis conceptual de lo considerado como propiamente “moral”, se convierte en un abandono de la posibilidad de llegar a ser cada vez más humano, es decir, más justo, honesto, libre, racional, y todo aquello que, de acuerdo con la moral como contenido, constituye lo estrictamente humano. Esto último es precisamente lo que nos quiere decir José Ortega y Gasset, cuando señala que la vida humana consiste, fundamentalmente, en tarea y quehacer. Para este filósofo español, decir que el hombre es “moral” es un pleonasmo, una mera tautología. Como una suerte de confesión, expresa lo siguiente: Me irrita este vocablo “moral”. Me irrita porque en su uso y abuso tradicionales se entiende por moral no sé que añadido de ornamento puesto a la vida y ser de un hombre o de un pueblo. Por eso yo prefiero que el lector lo entienda por lo que significa, no en la contraposición moral-inmoral, sino en el sentido que adquiere cuando de alguien se dice que está desmoralizado. Entonces se advierte que la moral no es un performance suplementaria y lujosa que el hombre añade a su ser para obtener un premio, sino que es el ser mismo del hombre cuando está en su propio quicio y vital eficacia. Un hombre desmoralizado es simplemente un hombre que no está en posesión de sí mismo, que está fuera de su radical autenticidad y por ello no vive su vida, y por ello no crea, ni fecunda, ni hinche su destino.
El significado de desmoralizado tiene una esencia más profunda que habla de la incapacidad humana de mantener la posesión de si mismo, de ser desquiciado y no vivir su propia vida, no logra una eficacia en su medida humana. Y esto ya no es un concepto del cual se pueda presumir. Derivada del Latín, con un significado aproximado a costumbres, el concepto moral consiste en una serie de normas, reglas, valores, ideas y creencias; en base a las cuales un ser humano viviendo en sociedad manifiesta su conducta. La diferencia ante los valores de la vida humana, la no valoración con un sentido ético de su existencia y la de los demás, la anulación misma del valor con base a una actitud donde reina la creencia “del todo vale”, misma que pasa por encima de los valores humanizantes (justicia, respeto).


La moralidad estructurante

La moralidad como realidad estructurante de lo humano 


Esquema del acto voluntario
Para el caso de los animales, las respuestas que éstos ofrecen al medio ambiente son siempre de carácter mecánico y unívoco. Hay así un “ajustamiento” perfecto gracias a su dotación y determinación biológica que les hace responder ante los estímulos siempre de una forma y no de otra. A este ajustamiento se le denomina “justeza”, y se produce de forma automática. Ahora bien, mientras en los animales hay siempre respuestas unidireccionales y repetibles mecánicamente, en el ser humano la respuesta no se produce de forma automática, y en esta no determinación de la respuesta, se produce el primer momento básico de la libertad, gracias a que el hombre se encuentra libre de estos estímulos del medio ambiente y puede adaptarse de múltiples formas gracias a que posee inteligencia, misma que le permite hacerse cargo de su situación de manera libre y consciente. Y no sólo porque la respuesta no viene ya biológicamente y condicionada, sino porque, precisamente por esta razón, tiene que justificarla. A este tipo de ajustamiento humano, se le denomina “justicia”.
Aún y cuando en el animal el ajustamiento con respecto al medio se produce de realidad en realidad —de organismo a organismo- directamente, en el caso del ser humano se da indirectamente, a través de la posibilidad y la libertad, es decir, libertad no sólo de tener que responder unívocamente, sino también libertad para preferir en vista de algo, convirtiéndose así los estímulos en instancias y recursos, esto es, en posibilidades. En una palabra, mientras al animal le está dado el ajustamiento, el hombre tiene que hacer ese ajustamiento. .. es decir, tiene que justificar sus actos. La justificación es, pues, la estructura interna del acto humano. Por eso, en vez de decir que las acciones humanas tienen justificación debe decirse que tienen que tenerla; que necesitan tenerla para ser verdaderamente humanas.

El hombre como

EL HOMBRE COMO 

ACCIÓN 

Acciones humanas
Concebir al hombre como un ser activo ha sido uno de los temas en los que algunos filósofos de todos los tiempos han coincidido, desde Platón y Aristóteles, pasando por Spinoza, Leibniz, Marx, y, en nuestros días, Fernando Savater. Por lo que no puede haber mejor comienzo para quien pretende acercarse al estudio de la ética, que tomar como punto de partida a la acción, concretamente a la acción humana. En el diálogo Sofista o del Ser, Platón hizo una afirmación que para muchos, en tanto que fue un filósofo idealista que sostuvo que el verdadero ser se encuentra no en las cosas sensibles sino en las ideas, pudiera resultar controvertida. Para él: “conocer es actuar”. Quería decir que esta acción sobre las cosas que es el conocimiento, constituye el instrumento simbólico mediante el cual, al relacionarse cognoscitivamente con ellas, el hombre las hace inteligibles.

POSIBILIDAD

Ser posible
 A diferencia de los animales, que no pueden ofrecer mas que respuestas mecánicas e instintivas ante las influencias del medio ambiente, el hombre es un ser con posibilidades de optar por varios cursos de acción cuando se le presenta una situación en donde entra en juego su capacidad de decisión. En tal sentido, la posibilidad es en sí misma un rasgo constitutivamente moral del hombre, en tanto que con su ejercicio trasciende su propia animalidad.
Podemos elegir porque podemos ver el mundo, podemos entenderlo, interpretarlo, captarlo, rechazarlo, asimilarlo; y al mismo tiempo podemos, en función de estas perspectivas, elegirlo. Y al elegirlo, nos elegimos a nosotros mismos, elegimos nuestra vida, proyectamos nuestra vida, creamos nuestra vida.

PERSONA 

Para Emmanuel Kant, el concepto de persona aparece fuertemente asociado al de respeto, ya que éste se da en dos sentidos: como respeto a la ley, y como respeto a la persona. En el caso del primero, consiste en una subordinación de la voluntad, la cual tiene conciencia de que debe acatar la ley, mientras que en el segundo caso, respeto significa tener conciencia de que los demás seres humanos son personas y que, por esta razón no debemos emplearlos como medios sino verlos como fines en sí mismos. Aquí es donde se plantea la visión ética que Kant tiene de la persona, para quien: El hombre existe como fin en sí mismo y no sólo como medio para cualesquiera usos de ésta o aquella voluntad. Los seres racionales se llaman personas, porque su naturaleza los distingue como fines en sí mismos, o sea, como algo que no puede ser usado meramente como medio... [Por eso la norma de conducta humana es] Trata a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro siempre al mismo tiempo como un fin, y nunca solamente como un medio

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Planeación video

Planeación vídeo. 


Constitución del sujeto moral
Introducción:
Se afirma que somos, según cierta tradición de la filosofía moral hispana, seres constitutivamente morales, lo que significa, para decirlo en términos coloquiales, que “no nos queda de otra”. En esto, y, parafraseando a Jean Paul Sartre, estamos condenados a ser sujetos morales. Podemos comportarnos de forma moralmente correcta en relación con determinadas concepciones del bien moral, es decir en relación con determinadas normas y códigos morales para nosotros valiosos, o bien, en el otro extremo, podemos comportarnos de forma inmoral con respecto a ellos, pero estructuralmente hablando, no existe ninguna persona que se encuentre situada “más allá del bien y del mal”. Esto significa que antes del hecho moral, por más que queramos, no podemos ser indiferentes: somos seres morales tanto porque nos apegamos a cierta moral como porque nos apartamos de ella.
Objetivo:
Analiza las características constitutivas del ser humano en tanto sujeto moral, y a la libertad y responsabilidad moral como herramientas básicas para forjarse un proyecto de vida elegido autónomamente, mediado siempre por la sociedad.
Justificación:
La necesidad que se tiene es aquella que su fin es captar la atención y así mostrar que el hombre es un ser constitutivamente moral desde sus orígenes, planteando situaciones con contenido grafico para facilitar su desarrollo.
Fundamentación:
Documentales. En este tema necesitamos representar la cruda realidad para así lograr impactar en la moral del ser humano y pueda definir entre lo que es bueno y lo que es malo.
Guion:
Escena 1: Desde los orígenes mismos de la humanidad, la conducta humana se enfrenta a la doble posibilidad de ser, precisamente “buena” o “mala”, digna o indigna del hombre. Así, la libertad implica siempre el riesgo humano de escoger tanto una conducta como otra. De ahí lo que en ética se conoce como ambigüedad humana.
Escena 2: El hombre, entonces, considerado desde su propia naturaleza, es un ser ambiguo y contradictorio por excelencia. Potencial y consustancialmente contiene en sí la posibilidad de humanizarse o deshumanizarse, puede tender hacia el bien o hacia el mal, abonar a su perfeccionamiento moral o abandonarlo, por ello, se dice que es un ser contradictorio y ambiguo, ya que incluye en su ser la doble posibilidad de desarrollar el bien y el mal, es decir, los contrarios que potencialmente hay en cada uno de nosotros. Y dado que no podemos vivir al margen de ésta nuestra humana condición, que consiste en vivir valorando siempre.
Escena 3: Concebir al hombre como un ser activo ha sido uno de los temas en los que algunos filósofos de todos los tiempos han coincidido, desde Platón y Aristóteles, pasando por Spinoza, Leibniz, Marx, y, en nuestros días, Fernando Savater. Por lo que no puede haber mejor comienzo para quien pretende acercarse al estudio de la ética, que tomar como punto de partida a la acción, concretamente a la acción humana.
Escena 4: Al partir de esta relación activa del hombre con las cosas, este filósofo define al hombre como “existencia dinámica”. Para aclarar el significado de dicho concepto, expresa lo siguiente: El hombre se asienta, paradójicamente, en lo dinámico y reconoce su necesidad más propia, nueva paradoja, en lo posible. Ante tal desosiego fundamental, alguien podría preguntarse: “¿Y por qué el hombre no deja en paz a las cosas sino que combate contra ellas hasta deshacer su resistencia?” Respuesta: el hombre no puede dejar de enfrentarse a las cosas, porque así prueba que él no es cosa alguna. No puede haber complicidad entre lo que la cosa tiene de cosa —su identidad— y el hombre, que es dinamismo —esto es, diferencia consigo mismo—, salvo en tanto que la cosa termina por ser deshecha y rehecha: o sea, en tanto que su identidad expresa la no-identidad subjetiva del hombre y sólo en tanto la expresa. También podría decirse esto mismo afirmando que el hombre no pertenece a otra naturaleza que su propio artificio.
Escena 5: El hombre es pues, bajo esta concepción de la existencia dinámica, lo opuesto a las cosas, es decir, algo que no tiene una identidad fija, ni que tampoco se define a partir de sus productos, porque si así fuera, terminaría siendo él mismo una cosa con una identidad fija, reificada. Antes bien, el hombre se define como algo que está por hacerse y rehacerse, se concibe como posibilidad y como artificio en permanente construcción.
Escena 6: el hombre es acción, es posibilidad de llegar a ser todavía lo que no es. Es algo que está sujeto a la dialéctica que consiste en hacerse y re-hacerse, esto es, en inventarse a sí mismo. A diferencia de los animales, que no pueden ofrecer mas que respuestas mecánicas e instintivas ante las influencias del medio ambiente, el hombre es un ser con posibilidades de optar por varios cursos de acción cuando se le presenta una situación en donde entra en juego su capacidad de decisión.
Escena7: Este concepto de posibilidad se halla muy ligado con otro concepto muy importante en todas las culturas, que es la idea de elección. Esto es así, porque el hombre se encuentra ante la posibilidad, ya que puede realizarla. Y la realización de esa posibilidad es la elección.
Escena 8: El hombre existe como fin en sí mismo y no sólo como medio para cualesquiera usos de ésta o aquella voluntad. Los seres racionales se llaman personas, porque su naturaleza los distingue como fines en sí mismos, o sea, como algo que no puede ser usado meramente como medio... [Por eso la norma de conducta humana es] Trata a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro siempre al mismo tiempo como un fin, y nunca solamente como un medio.
Escena 9: Emmanuel Mounier, define a la persona a partir de cuatro elementos: 1. Salir de sí: esto es, descentrarse, estar disponible, en una palabra, apertura. 2. Comprender: esto es, abandonar el propio punto de vista para acoger el del otro. 3. Asumir: como tomar sobre sí, hacerme cargo. 4. Dar: como expresión de gratuidad y generosidad. 5. Fidelidad: en el amor, en la amistad, como expresión de consecuencia y no de obsecuencia. Emmanuel Mounier,86 creador de la corriente mejor conocida como Personalismo, define a la persona a partir de cuatro elementos: 1. Salir de sí: esto es, descentrarse, estar disponible, en una palabra, apertura. 2. Comprender: esto es, abandonar el propio punto de vista para acoger el del otro. 3. Asumir: como tomar sobre sí, hacerme cargo. 4. Dar: como expresión de gratuidad y generosidad. 5. Fidelidad: en el amor, en la amistad, como expresión de consecuencia y no de obsecuencia.
Cronograma de filmación:
Viernes 19: grabar audio
Lunes 22: grabar escenas 1,2,3,4
Martes 23: grabar escenas 5,6,7,8,9
Miércoles 24: hacer correcciones
Lunes 29: presentación
Materiales:
Equipos de audio, grabación y edición.





















Bienvenida

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Hola, gracias por visitar mi blog, en el publicaré mis trabajos personales de la asignatura de Laboratorio de Cómputo III.
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EL AMOR PROPIO COMO AUTOESTIMA Y AMOR A SI MISMO

EL AMOR PROPIO COMO AUTOESTIMA Y AMOR A SI MISMO La autoestima es el conocimiento que tenemos de nosotros mismos, es decir, la aceptación...